Si tiene la costumbre de «romperse» los dedos, probablemente ya haya recibido una nota de un amigo o colega … sobre los peligros deartritis. Pero, ¿es esto un hecho o una leyenda urbana? Quizás sea un mito, porque hoy no hay evidencia de una asociación.
Hasta ahora, no hay ningún estudio que confirme que crujir los dedos promueva la artritis. Sin embargo, ya se han realizado experimentos para dar algunas respuestas a esta pregunta. Por ejemplo, Donald Unger, un alergólogo estadounidense, se ha roto los dedos de la mano izquierda dos veces al día durante más de 60 años. Al mismo tiempo, no se rompió los dedos de la mano derecha ni una sola vez para poder comparar el estado de ambas manos y notar el posible desarrollo de artritis. Al final, no vio diferencias en sus manos, ni desgaste ni artritis en la mano izquierda. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este estudio solo se realizó en un solo individuo y, por lo tanto, no se puede generalizar a una población. Este estudio le valió al Dr. Unger el Premio Nobel de Medicina de 2009, un premio que premia las investigaciones más divertidas.
¿Qué sucede cuando se rompe una articulación?
Según un estudio de 2015 publicado en la revista MAS UNOEn los que los investigadores realizaron resonancias magnéticas en tiempo real, se cree que el ruido de crujido es causado por la formación de un tipo de cavidad llena de gas dentro del líquido sinovial que actúa como un lubricante natural entre dos regiones del cartílago.
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¿Qué pasa con la espalda y el cuello?
Crujir los dedos es seguro a priori, pero ¿es lo mismo para el resto del cuerpo? La espalda y el cuello son las áreas más «agrietadas» después de los nudillos. Sin embargo, manipular su cuello es mucho más peligroso que manipular sus dedos. Romperse el cuello es un ejercicio de riesgo. Aquí, las vértebras y las arterias están muy juntas, y el acto de «romper» las vértebras puede aumentar el riesgo de lesión arterial y, por lo tanto, el riesgo de accidente cerebrovascular. Lo mismo ocurre con la espalda, donde un manejo inadecuado puede comprimir la médula espinal. Por ello, los fisioterapeutas recomiendan evitar este tipo de práctica por sí solos y prefieren acudir a un especialista en caso de dolor.