Una ducha o baño muy largo, un pasillo en la piscina y listo, tenemos Todos los dedos curvados. Pero, ¿de dónde viene este fenómeno? ¿Hay un interés evolutivo? La cuestión todavía se debate entre la comunidad científica.
Se podría pensar que la aparición de arrugas en los dedos por contacto prolongado con el agua es un simple fenómeno mecánico, por ejemplo asociado a la absorción de agua o, por el contrario, a la sequedad de la piel. De hecho, es más complicado: los dedos se arrugan debido a una disminución del volumen de los vasos sanguíneos y por tanto de la sangre en las yemas de los dedos, siguiendo una señal nerviosa.
Cuando los nervios de una persona están dañados, los dedos pueden perder la capacidad de curvarse bajo el agua. Pero entonces, ¿por qué nuestro cuerpo envía esta señal cuando llevamos tanto tiempo sumergidos? Si no hay consenso científico en este momento, una teoría es sobre la capacidad de agarrar cosas.
En un estudio de 2013, los científicos pidieron a veinte participantes que manipularan objetos sumergidos y secos. Estas manipulaciones se realizaron con los dedos en su estado natural así como con los dedos rizados por inmersión en agua durante 30 minutos. Los investigadores observaron que los participantes manipulaban objetos sumergidos más rápido cuando sus dedos se curvaban.
Así fue posible identificar las arrugas de los dedos durante la evolución porque facilita sujetar objetos bajo el agua. Para validar esta teoría, se requerirán más investigaciones, como una determinación más precisa del mecanismo biológico, los genes responsables del mismo y su aparición durante la evolución. Mientras tanto, ¡siempre puedes experimentar con tu propia canica y fregadero!