Es una sensación que surge de la estimulación de los sensores que recubren los ojos (conos) y del complejo procesamiento del cerebro, cuyo modelado aún se debate.

1. El ojo es sensible a solo una pequeña parte de las ondas electromagnéticas.

2. Dependiendo de su longitud, estas ondas estimulan más o menos de los tres tipos de conos.

3. El cerebro equilibra las señales de los conos, creando una sensación de color a partir de un par de tonos puros opuestos.

4. Todos los colores perceptibles para el hombre se crean mezclando diferentes proporciones de dos colores puros no opuestos. Para que se puedan representar en un círculo.

5. En última instancia, cada longitud de onda corresponde a un color, pero el color no corresponde necesariamente a la longitud de onda. La sensación de rosa, que no está en el espectro, se produce por la superposición de dos longitudes de onda.

Según Cieloesazul.com No. 1223