Esto se demostró en la década de 1990 mediante un experimento realizado con niños: agregar o quitar una figura frente a ellos provoca la misma reacción. Excepto que mientras se aprende, hay varios factores que favorecen la suma. La pronunciación primero: aprendemos a decir números en orden ascendente, por lo que siempre tenemos un problema mayor al contar en la dirección de la resta; Luego vienen los programas escolares:
«Aprendemos la suma demasiado pronto»El investigador confirma. Entonces los niños comienzan a restar haciendo suma inversa: para calcular 5 – 2, buscamos el número que, sumando 2, obtendremos 5 como resultado.
Según Cieloesazul.com No. 1223